lunes, 27 de agosto de 2007

antes de comenzar...la fe

El propósito de este espacio no es desprestigar a la Santa Madre Iglesia Católica, al contrario la Iglesia es una institución que tiene un cáncer que lastima la fe: algunos sacerdotes y religiosas. Pero en el caso de los sacerdotes hay unos que realmente son muy buenos en lo que hacen, intentan hacer las cosas bien y llevar a cabo sus labores pastorales de manera ética y comprometida. Sin embargo, nunca falta el que cree que por ser cura ya debe de ser resptado cuando en realidad no hace absolutamente nada por la Iglesia. Por ejemplo, hay un cura de nombre Margarito Flores que dicen reconoció tener sexo y besar a algunas mujeres. Ese tipo de genete que solo intenta llenarse las bolsas de dinero y que no hace nada por la fe. Otro cura es uno que se llama Javier Rodríguez de la parroquia de San José, el es un tarado, no piensa, su familia ha estado envuelta en fraudes a empresas conocidas de la región, el solo ve por sus intereses personales y se cree un todopoderoso pero no es nada inteligente. Además odia a sus hermanos curas porque no le caen bien o por que le dicen sus verdades, el hace una política sucia en la cual intenta nulificar a sacerdotes que realmente hacen su trabajo, ni siquiera sabe hacer política por su limitada inteligencia y su poca preparación.
Y ni hablemos de la vaca sagrada, el obispo Eduardo Patiño Leal, quien diablos lo eligió para regir una Diócesis. ¿No se dieron cuenta que lo que eligieron era al mismo diablo? pero de el hablaremos más adelante.
En fin, veremos que pasa con ellos en un futuro, si es que no logran irse de estos lugares. Todo esto se desarrolla en la Diócesis de Córdoba, Veracruz, México.
La fe es lo más importante y si dependieramos de personajes tan nefastos
como los antes mencionados seguro ya seríamos ateos o estaríamos ardiendo en el infierno, lo más importante es que nuestra fe está en Dios y no en parásitos como estos. Desde aquí mi gratitud y mi infinito amor a los sacerdotes y religiosas que cumplen con sus labores de manera compremetida y que aunque son nulificados, aplastados y maltratados por esta bola de depredadores de la fe como les llaman, nos alientan a creer más en Dios. A los depredadores de la fe, a esos tarde o temprano tocarán el infierno con sus estolas y con sus mitras.

No hay comentarios: